Con la frente de narcisos coronada,
aún transmite su delicada belleza,
aunque aquella frente de regia alteza,
con latas fuera estúpidamente rayada.
.
Yace sobre un pétreo brazo recargada
Y su grave cuerpo aún muestra entereza,
Dice “De un momento a otro se endereza”
Mi imaginación de paseante alterada.
.
Por la diáfana realidad con que enervas
Y por la imagenería que connotas
O por la soledad en que te conservas
.
En un parque rodeada por la caterva,
Dí conmigo, triste estatua de eras rotas:
“Mejor la gente de Azcapotzalco hierva.”
Perro de llama.